lunes, 30 de abril de 2012

Tuvalu (Veit Helmer 1999 )

Antes de entrar de lleno en lo referente al film sería oportuno explicar de donde viene este curioso nombre, porque su elección no es fruto de la casualidad. Tuvalu es el nombre de una isla-nación perteneciente a la Polinesia : la segunda nación independiente del planeta con menor número de habitantes : 11.000 aproximadamente . Sus habitantes llevan muchos años aislados en medio del Pacífico reclamando atención porque sus atolones de coral se hunden... o mejor dicho, el nivel del mar ( gracias al calentamiento global ) está subiendo tanto que dentro de poco no habrá tierra bajo sus pies y podrán verse unos señores/as con floridas camisas subidos a cuatro palmeras intentando no ahogarse en medio del mayor océano. 
El argumento de la película está ambientado en un ruinoso solar con una piscina pública cubierta que literalmente se cae a pedazos. El dueño, un ciego gruñón y malhumorado, tiene un hijo que intenta por los medios más rocambolescos ( música de ambiente, grabaciones de voces, falsos chapoteos de personas ) mantener la ilusión de su padre haciéndole creer que el lugar está todavía en su máximo esplendor. Si milagrosamente aparece algún cliente se le cobra la entrada con botones. Entre medias existe una historia de amor y también de avaricia, representada en la figura de un segundo hermano que quiere acabar con el sueño demoliendo el local para especular con él.
Es una película con una belleza singular, sin diálogos ( sólo existen sonidos ambientales y  música de Goran Bregovic ) , un homenaje al cine mudo de Buster Keaton y Jacques Tati.
A la  fotografía se le extrajo el color para después añadírselo de nuevo mediante filtros fríos o cálidos según se produjera la acción en interiores o exteriores, consiguiendo así una atmósfera hipnótica e irreal en la órbita de películas como Delicatessen o La ciudad de los niños perdidos.
Tuvalu (1999) es la primera película de Veit Helmer, director alemán autor de una singular filmografía (Absurdistán- 2008  y Gate to heaven -2003 ), siempre a caballo entre lo absurdo y lo irónico, en un alarde de imaginación lleno de lirismo y ternura. Diferente.


ç


2 comentarios:

  1. la vi en el 2002 y me fascino y estoy tratando de volverla ver ya no hacen películas como estas.

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  2. A mí también me fascinó y aunque existen algunas otras películas con una atmósfera y puesta en escena similares ( "Toto le heros " de Jaco van Dormael, "Leolo" de Jean-Calude Lauzon y "La ciudad de los niños perdidos" o las más famosa "Amelie" de Jean Pierre Jeunet , Tuvalu tiene un candor y una inocencia especial. Además el hecho de no tener diálogos hace que sea aún más original y próxima al cine mudo. Una joyita.

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